viernes, 22 de julio de 2011

Una pintada muy limpia


Aunque desde que existe Twitter y el muro de Facebook, las pintadas han perdido su única excusa: la de último recurso del pueblo para expresar una opinión, yo me sigo fijando en ellas, generalmente para discrepar. Hay un subgénero que siempre me ha gustado especialmente: el muy contrarrevolucionario (por contragraffitero) de la pequeña pintada sobre la gran pintada, que logra volverla del revés. Quizá la que vi el otro día sea una broma vieja, pero yo no la conocía, y ahora tiene más gracia con toda la polémica sobre la higiene del movimiento perroflauta. Sobre el grito: ¡LUCHA!, adornado por una hoz y un martillo, un guasón ha escrito una “d”. Ahora exige perentoriamente: ¡DUCHA!

1 comentario:

  1. Pues yo lo veo muy gracioso y, sobre todo, oportuno. Vi que había más pintadas de "Lucha" que el contrarrevolucionario no había redimido. Quizá me anime (si encuentro un spray) y la retoque. Haría una foto, claro.

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