jueves, 7 de julio de 2011

Y dale con Chesterton


Qué suerte tienen algunos.  Alfred Kessler, médico aficionado a Chesterton, se paseaba por un mercado de libros viejos de San Francisco. Dio con un volumen de aforismos publicado en 1911 por el justamente olvidado Holbrook Jackson, de un interés perfectamente descriptible. Ese ejemplar tenía escritas a mano con un lápiz verde respuestas a cada aforismo. Al que decía: “El que piensa se pierde”, el lápiz replicaba: “El que no piensa no merece que lo encontremos”. O al que aconsejaba: “¡No pienses. Hazlo!”, se le aconsejaba vivamente: “¡Hazlo: piensa!”. Kessler reconoció la letra de Chesterton. Y sacó a la luz esas respuestas perdidas de GKC, que aunque las escribió para contestar privadamente a Jackson, merecían —por pensadas y por brillantes— que las encontrásemos. Qué suerte tenemos todos. 

1 comentario:

  1. Como tantas otras cosas, desconocía esas anotaciones. Parecen muy brillantes, como tantas cosas en Chesterton.

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