Este trampolínk cae sobre una piscina vacía. Quiero decir, que si es un no-blogg, como lo es, esto es, no lo es, para qué en un blog. Los artículos seguidos, click-click, click-click, como un grillo virtual, no tienen sentido. Sigo hundiéndome en la teoría de los géneros y veo claro ahora que las columnas de prensa tienen que quedarse en su prensa y luego, con suerte, ser muy antologados para un libro recopilatorio. O sea, que cierro esta breve piscina. Es invierno y hace aquí un frío que pela.
Pero uno aprende de sus errores (de sus aciertos —D.m.— los otros), y quiero que los enlaces a mis artículos desde Rayos y truenos sean sólo excepcionales (ojalá que en sus dos sentidos). La intención de no alterar mi blogg con tantos artículos, sigue, pues, en pie. Lo que no quita para que mañana, precisamente, sí que plante un trampolínk. No porque sea excepcional, no, sino porque su tema me interesa demasiado.
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