domingo, 8 de febrero de 2009

Fe (de erratas)

La primera es del periódico. Le han quitado las mayúsculas a la Virgen de la Cueva. Menos mal que yo se las pongo después, en el texto.

La segunda. Con las prisas, que fueron mías, psicológicas y, por tanto, tontas, me fié de mi memoria y transcribí mal los versos de Aquilino, que en realidad son:
Qué pena que no viniera
un diluvio universal
y se ahogara del alcalde
al último concejal.
Menos mal, a pesar del error, lo de mi mala memoria, pues una cosa es desear que la riada se lleve a Zapatero y otra que se nos ahogue el hombre. Distinto es a un hipotético concejal que a un señor, al fin y al cabo, de carne y hueso.

3 comentarios:

  1. Es un artículo excelente, para que conste.

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  2. Te lo agradezco de corazón, Ángel. Después de tu comentario del domingo pasado me he pasado la semana temblando. Uf, saber que los domingos me contrastas con el gran Juaristi.

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  3. Hoy le ganas, aunque su artículo tiene como siempre interés, humor y su punto de profundidad.

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