No, no somos menos libres, Enrique. Todo lo más que puede ocurrirnos es que nos lleven a la cárcel, lo cual, dadas las circunstancias, sería todo un honor. Es imposible encadenar a las conciencias. Enarbolo a Antígona. Y, con Ángel, al Juaristi de este domingo.
Excelente artículo. El de hoy de Juaristi está en la misma línea: ¡mis dos columnistas favoritos!
ResponderEliminarNo, no somos menos libres, Enrique. Todo lo más que puede ocurrirnos es que nos lleven a la cárcel, lo cual, dadas las circunstancias, sería todo un honor. Es imposible encadenar a las conciencias. Enarbolo a Antígona. Y, con Ángel, al Juaristi de este domingo.
ResponderEliminarY además, no nos suicidaremos, como Antígona.
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