domingo, 21 de agosto de 2011

Mi (tele) visión de la JMJ

Aquí, quiero decir, allí, porque moralmente estoy allí. 

1 comentario:

  1. No hay duda, Q.Q., de que las palabras cambian de significado. Por eso, la observación que sigue no la consideres como una crítica, sino, en todo caso, como una curiosidad. Se trata de la contraposición que haces en tu artículo entre fenómeno y manifestación. En su origen significan casi lo mismo. El faino griego puede traducirse, no siempre, claro, por manifestar. Lo que sucede es que cuando de alguien se dice que es un fenómeno suele aludirse a algo extraordinario. Antes, para referirse a un futbolista excepcional, no se decía que era un crak, sino un fenómeno; y ésta es la acepción que se está imponiendo. No sé yo si es más interesante mantener la cuasisinonimia o si decantarse por la acepción futbolística. Me viene ahora a la memoria también la contraposición kantiana fenómeno/noumeno, que seguramente utiliza el primer término en su sentido original.

    En todo de acuerdo con tu artículo. Y qué diferencia en los rostros y miradas de unos y otros.

    Jilguero

    ResponderEliminar