jueves, 1 de julio de 2010

La meta es el olvido... pero así:

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Miguel d'Ors me cuenta que cuando escribió "Made in Pakistan" no se apoyó para nada en "El bastón de laca", y yo le creo. Antonio Moreno tampoco usó de falsilla, me confiesa, el verso borgiano "El tiempo ha sido mi Demócrito" para escribir este suyo luminoso "El tiempo ha sido mi Pentecostés", el verso cenital del libro, y también le creo. Ninguno de los dos había caído en las relaciones hasta que yo, Pepito Grillo, las señalé. Borges, por su parte, puede estar contento: si su meta era el olvido, él ha llegado antes, antes incluso que sus propios poemas, que siguen influyéndonos desde el subconsciente. Y su Machado aprobaría, sin duda, su felicidad:
Tal es la gloria, Guillén,
de los que escriben cantares:
oír decir a la gente
que no los ha escrito nadie.

1 comentario:

  1. Hojeé el libro y me gustó el poema inicial, pero ahí se quedó. Esta estupenda reseña me lleva de vuelta a la librería. Un libro de poesía metafísica que no se regodee en la rosa o en su aceite... habrá que leerlo.

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