domingo, 3 de mayo de 2009

Todas las miradas

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Estoy en capilla. “¡Pues vaya una novedad!”, exclamarán ustedes, que saben que soy un católico practicante y que hoy es domingo. Pero yo me refiero a estar en capilla metafóricamente. Mañana me operan un pterigium, que suena muy culto, aunque es que me quitan una uña de un ojo. Ni una viga ni una mota, sino una uña, qué asco.

Mi admiración por los tuertos no me consuela. Y eso que viene de lejos, de un tío mío que hizo la guerra civil en la Legión y le costó un ojo de la cara. Luego, desde los libros de historia, me hipnotizó la Princesa de Éboli, que conjuntaba sus parches con sus vestidos e impuso en la Corte la moda de taparse un ojo. Los piratas de Stevenson también imantaron mi brújula. Y el pobre Polifemo, que sólo disponía de un lacrimal para llorar tanta pena de amor. El rey Seleuco mereció una mención en el Covarrubias, el barón Claus von Stauffenberg dos películas y el inolvidable John Ford nos regaló películas a puñados que no nos merecemos. El último tuerto de mi altar es José Javier Esparza, intelectual todoterreno, al que detectaron un tumor en un ojo cuando ejercía con brillantez de crítico de televisión. Parece una maldición. O un aviso a televidentes.

Como ven, ando muy sensible a todo lo que hace relación a los globos oculares. Mis compañeros de trabajo se despedían este puente de mí diciendo “Hasta la vista”, y yo pegaba un respingo. Por eso, con los ojos abiertos como platos escuché el comentario crítico de un amigo en contra de la última coletilla de los informativos: “Todas las miradas se dirigían hacia Carla Bruni”. Se trata de una paradoja, observaba. Quienes dirigen las miradas son esos mismos medios de comunicación, que nos muestran lo que quieren.

El razonamiento es deslumbrante, lo que unido a mi especial sensibilización, me ha tenido escrutándolo todo el fin de semana. Y no termino de verlo claro. Los medios, como los partidos políticos, siguen el método de Quevedo, que a la pregunta: “¿Qué hay que hacer para que las mujeres anden detrás de ti?”, respondía: “Caminar por delante de ellas”. Nuestros medios y nuestros políticos, obsesionados por los índices de audiencia y de votantes, respectivamente, no pueden ni entrar en matices ni crear opinión ni generar debates ni defender ideas sutiles. Simplemente se dirigen al común denominador de la sociedad, que siempre será muy básico. El interés por la política francesa en el Magreb o por su tecnología nuclear nunca será masivo; pero ¿quién no tiene curiosidad, aunque sólo sea de paso, por la vistosa elegancia de la Bruni? Ésas son “todas las miradas” que se dirigen hacia donde toque y, sobre todo, hacia las que se dirigen los medios, para captarlas.

Aprovecharé que voy a pasarme unos días con un ojo cerrado para afinar la puntería. “Todas las miradas” están bien para abrir telediarios o para las portadas del periódico. En páginas interiores tenemos que profundizar. El miércoles que viene, si Dios me conserva la vista, le echaré un ojo a la oposición.

13 comentarios:

  1. Pero que bueno, carajo, que diría un mejicano.

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  2. Yo me he acordado de Luisa Fernanda Rudi, con un parche, dándole caña a Mariano Rubio. Qué tiempos. Quizá con un ojo vemos y con el otro nos despistamos, tendría sentido aunque seguro que es un disparate oftalmológico.

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  3. No sé si era tuerto de verdad o si sólo lo fingía con aquel parche, pero yo invitaría al parnaso o panteón monocular al gran John Ford.

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  4. Tú si que eres bueno, Suso. Lo de la Rudi no me entra en el artículo, ni ese aforismo espectacular, Carlos. Ahora lo del inolvidable John Ford, que había olvidado, lo he subido inmediatamente. Gracias, anónimo.

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  5. No te olvides de Millán Astray ni de Alvar de Flak, el padre de Vicky! Hago votos para que todo salga bien y sigas recibiendo en estéreo la preciosa luz del Puerto.

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  6. Jo! A mi me viene tu entrada, nunca mejor dicho, como pedrada en ojo tuerto, mañana tengo hora con el oftalmólogo y tengo presagios de que el diagnóstico sea el mismo que el tuyo...
    Me acuerdo de la operación, y por Dios, cuéntame luego, que ahora en capilla me quedo yo.

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  7. ¡Una uña! También es mala pata. En fin, reservo hoy un memento para el ojo de Enrique.

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  8. Gracias, a todos, ánimo a AnaCó, y a Millán Astray le rindo un recuerdo en otra columna sobre tuertos que he mandado a Alba y que saldrá el viernes.

    Del que me olvidé imperdonablemente es de Alvar de Flak, qué pena.

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  9. Cuando leo los criminales comentarios basados en la desgracia fisica de una persona con la que, si, es posible no coincidamos politicamente, me hago cargo de Paracuellos del Jarama. Anda que de la que nos libro Franco es de aupa. Vaya pandilla.

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  10. Ademas con cesura y todo vaya pandilla de democratas....

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  11. Desde luego este señor Esparza es un profesional: http://la-cupula-del-trueno.blogspot.com/2011/11/hay-fetos-en-la-pepsi-dice.html

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  12. Lo primero que me ha sorprendido es que he tenido que elegir entre opciones que no estan en mi idioma y , no por cobardia he tenido que elegir anómimo por coherencia, este señor no tiene mala pluma , pero me temo que mal utilizada, lastima, a ver si con el ojo que parece quedarle mira un poco mejor y empieza a pensar en los que menos tienen y deja de hacerle el caldo gordo a estos fachas

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  13. No se , pero me da que como van a censurar mi escrito, no espero agradarles , jejejej , no aparecera , a ver si se cuela este, parece que previamente tienen que dar su aprobación

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