domingo, 29 de marzo de 2009

Padres huérfanos

5 comentarios:

  1. Suscribo letra a letra tus reflexiones, Enrique. Cuando escucho a algún padre de mis alumnos decir que él (o ella) es amigo de sus hijos, me digo "malo", o "ahora me lo explico todo". Los hijos necesitan que los padres sean padres. Hay verdades tan obvias que asombra que no sean entendidas.
    También, quizás como gesto de piedad, se pregunta uno qué tipo de familias tuvieron los legisladores que perpetran estas leyes y hasta qué punto no están legislando para saldar sus propias frustraciones.
    Buen domingo, a pesar de todo.

    ResponderEliminar
  2. Me gusta que te acuerdes del padre, sin poder de decisión alguno en el tema del aborto. La madre no lo consulta, pasa olímpicamente de él. En su día, Fernando Savater también criticó este arrinconamiento del progenitor en cuestión tan tremenda.
    Enhorabuena por el artículo.

    ResponderEliminar
  3. Los padres tenemos en general, muchos deberes y muy pocos derechos. Conozco padres con el deber de pagar cada mes manutención, dentista, ropa, colegio y gastos extras y con el derecho a ver a sus hijos dos horas los miércoles y un fin de semana cada quince días, que coincide generalmente con una enfermedad repentina de uno de ellos o con cualquier actividad en la que la asistencia de los niños es inexcusable para su desarrollo.
    Doy gracias a Dios por las malas noches, las tardes sin siesta, los domingos sin fútbol, y la falta de vida social adulta, bueno eso no es del todo correcto, he ampliado el círculo de saludados con el farmacéutico, el pediatra y los profesores del colegio y me he convertido en un experto en parques y columpios.

    Saludos

    ResponderEliminar
  4. Impresionante comentario el de Manupé (donde se demuestra que operibus credite et non verbis; y yo que me envaino lo que dije)

    ResponderEliminar
  5. El artículo es un perfecto sumario de las tropelías socialistas contra la familia, y además con salsa EG-M, cosa fina. Podríamos añadir el gaymonio, la libertad de elección de sexo, el meter las narices en el reparto de tareas domésticas, etc. etc.

    ResponderEliminar