miércoles, 7 de octubre de 2015

Sociedad desfallecida y desfalleciente:

No pidáis que celebre

3 comentarios:

  1. Cito, de la información relativa al caso de Andrea; "Los pediatras del Hospital Universitario de Santiago de Compostela han decidido corregir su criterio y este lunes han resuelto retirar la sonda de alimentación a Andrea, ES DECIR, EL SOPORTE VITAL QUE LA MANTIENE CON VIDA" (el subrayado es mío). También se habla de que "padece una enfermedad degenerativa irreversible". ¿Debe mantenerse artificialmente con vida a una persona en esa situación, cuando quienes pueden hacerlo -en este caso, los padres- han pedido explícitamente que no se haga? Mi respuesta (y la del hospital) es que no. Y pienso, como también ha dicho la prensa al respecto, que el cambio de criterio de los médicos, que en principio se habían negado a la desconexión y la han aceptado este lunes, es "un reconocimiento, [como] sostienen fuentes conocedoras del caso, de que la negativa "no obedecía a criterios estrictamente médicos".

    En todo caso, no me parece a mí todo ello síntoma de ninguna "sociedad desfallecida y desfalleciente"; no lo eran la Grecia o la Roma clásicas, cuando en sus mejores tiempos muchos defendieron (y algunos practicaron) la necesidad, o el derecho, de disponer de la propia vida. Eran, eso sí, sociedades que no se regían por criterios cristianos. Pero suponer que sólo el cristianismo evita el "desfallecimiento" social, y que sin él no hay otra cosa, es barbaridad que no sólo uno mismo, que no tiene ninguna importancia, sino la Historia, desmiente.

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  2. Su segunda objeción tiene interés. Claro que también eran sociedades esclavistas, machistas y clasistas, aunque, como bien dice usted, vigorosas. Yo no relaciono exclusivamente el deseo de muerte en el caso Andrea con lo fúnebre de nuestra sociedad. Pretendo decir que es sólo un caso más: nuestra fascinación por el terrorismo, nuestra aceptación del aborto, nuestros índices de natalidad, etc.

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  3. La Grecia o la Roma clásica duraron unos pocos siglos, muchos menos de lo que llevamos de Cristianismo. En éste, ni el machismo (y las muertes anuales por violencia doméstica, sin ir más lejos, no me dejarán mentir) ni el clasismo han desaparecido aún; y respecto a la esclavitud, que tampoco ha desaparecido enteramente, se prohibió hace poco más de un siglo. De modo que las sociedades cristianas han exhibido, o aún exhiben, esos vicios o defectos mucho más largamente que las clásicas. Que "nuestra aceptación del aborto" o "nuestros índices de natalidad" (respecto a la "fascinación por el terrorismo", estoy dispuesto a creer bajo su palabra que usted la siente; no es mi caso) sean indicios de "funebridad", me parece a mí una opinión bastante pintoresca. Supongo, según eso, que tiene por más "vigorosas" las sociedades donde el aborto está o prohibido por completo o al menos limitado máximamente, y por tanto más, digamos, las sociedades asiáticas o africanas que las de Europa occidental. Bueno, es una manera de verlo; supongo que si usted se queda en esta sociedad tan fúnebre en lugar de irse a otra más vigorosa lo hace como penitencia, y para intentar corregir en algo nuestra irremediable deriva hacia la catástrofe. En lo que a mí respecta, se lo agradezco.

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