Se me ha mezclado y confundido todo. En el periódico debería haber hablado del aforamiento, y en la intimidad del blog del genio y la figura de Leonor. Es al revés, que lo del aforamiento me interesa poco. Por diversos motivos:
- En el Tribunal Supremo, pero igualmente puede el exRey ser juzgado. La inviolabilidad la perdió.
- Para el juicio de la Historia, no hay aforamiento que valga. Incluso yo mismo, que ni a juez de paz alcanzo, puedo tener mi juicio.
- Eso, por un extremo. Por el Otro, está el Juicio de Dios, naturalmente.
- ¿Largo me lo fiais? No tanto, vuestra Majestad, si me disculpais el memento mori. Probablemente menos de lo que tardaría un juicio chiquito en cualquier tribunal español. Y no es un deseo, ni mucho menos, que yo, puestos a desear, ¡larga vida al exRey!
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