miércoles, 16 de mayo de 2012

El artículo está desarticulado, el buen articulador que lo articule, etc.

Creo que el defecto de mi artículo de hoy es la falta de articulación entre cuatro asuntos que tenía mucho interés en publicar: 
1º) Mi asombro ante esta plaga, cada vez más cercana. Ups. Se me acaba de ocurrir un libro: un Decameron en que las 10 parejas que se van a vivir al campo lo hacen huyendo de la epidemia de divorcios. Qué cuentos se contarían. Cómo evitar —es lo malo de lo bueno— el tono de autoayuda.... 
2º) Esa puya constante del PSOE al PP sobre su voto en contra al divorcio y su afición actual. El PP la desaprovecha pero es el argumento perfecto para oponerse a esas leyes que, en principio, parece, nos dicen, no hacen sino conceder una libertad para quien la quiera. Que los del PP callen, naturalmente, no quiere decir que no aprovechemos nosotros —es lo bueno de lo malo— la lección.  
3º y 4ª) Decir a mis amigos, ¿a mis antiguos amigos?, dos recaditos, que veo que piensan que les miro mal o que escojo o que yo que sé.
Cuando vi la desarticulación, todavía tenía, aunque poco, tiempo de reacción (Tiempo de reacción, qué bonito título para una recopilación de artículos más políticos, ésos que no recopilaré), pero como los puntos 1º, 2º, 3º y 4º me importaban tanto, dejé las cosas como estaban y envié el artículo. 

3 comentarios:

  1. ¿Etiqueta nueva? Me gusta mucho.
    El artículo te lo comento en el Diario.

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  2. Ese asombro ante los matrimonios de toda la vida me recuerda a mi dificultad para entender, de niño, las películas extranjeras. Allí uno se iba a casar pero le contaba a la novia cómo era la otra vez que se casó, o las visitas de los hijos al "progenitor A o B" informándole de lo bien que había encontrado al otro con su nueva pareja...

    Afortunadamente han pasado los años y... sigo sin entenderlo. Lo que sí ha cambiado es que ya no tengo que ver pelis gringas. Me basta que una de mis hijas me hable de sus compañeros de colegio.

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  3. Me ha gustado el artículo. Cuando era niña me gustaba ver la película de "Tú a Boston y yo a California" y me impresionaba cuando descubren que son hermanas y una le dice a la otra "que al paso que van, habrá más divorciados que matrimonios". Yo pensaba: ¡qué bien que con mi familia se equivocaban!, ¡qué bien ser excepción!
    Después se separaron mis padres. Una experiencia muy dura, la verdad. Yo sí animaría a los novios a pensarse muy bien las cosas, y a los matrimonios con hijos a pensarlas todavía más, porque los hijos (cada uno a su manera) sufren y mucho. Y este es mi principal argumento en contra de la adopción de homosexuales: que los niños necesitan (necesitamos) un referente paterno y materno que nos dé cariño y estabilidad.

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