Ayer con la emoción y el pasmo de la presentación, se me olvidó colgar el artículo Joly. Hoy no lo habría hecho si no llega a ser por el empujón de ese magnífico comentarista, impagable. No, no Gonzalo García Yangüela, al que tanto debo, sino el otro.
La he liado posando de irónico, perdonadme. Seguro que el tipo lo dice en serio. Y eso tiene su gracia, en un sentido más de Flannery, desde luego. Por eso es la versión con la que se queda Ángel Ruiz.
¿Será de broma el comentario? Tendría gracia.
ResponderEliminarSi, yo también apuesto por la broma.
ResponderEliminarAndo lento últimamente: temo que la broma sea demasiado evidente y expresar mi duda (como ayer la contraborgiana) sea una torpeza.
ResponderEliminarA mí me gustaría que lo diga de verdad; de hecho, me hubiese gustado que fuera mío (quitando quizá lo de 'conservador' para no pillarme los dedos).
ResponderEliminarLa he liado posando de irónico, perdonadme. Seguro que el tipo lo dice en serio. Y eso tiene su gracia, en un sentido más de Flannery, desde luego. Por eso es la versión con la que se queda Ángel Ruiz.
ResponderEliminarAh, y la contraportada contraborgiana estuvo muy bien.
ResponderEliminarPor si era necesaria la aclaración, mi ¡Bravo!, al que tanto debes, iba al artículo y no al comentario de marras... ¿eh?
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