En mi caso, cuando trabajaba en una oficina con 20 personas más, nadie me pedía perdón. Menos por las palabrotas citadas, que solían oírse más de mi boca que de la de otros.
Pero cuando alguien soltaba una blasfemia, sobre todo acompañada ("me cago en la..." u "... puta" más de uno se ponía a cubierto, porque solía atronar mi voz (aunque hubiese visitas o conversaciones telefónicas importantes en curso) mientras me ponía a una cuarta del blasfemo, contestando "y yo en tus muertos todos" o "puta tu hermana, cabronazo"...
No, no es para sacar pecho. Pero sabían qué es lo que provocaba y porqué. Y en parte aquello iba a menos.
Comentario al periódico, por si se pierde en el camino (como acostumbra):
"La política, ya lo dijo Churchill, hace extraños compañeros de cama. Quién hubiera visto hace no más que unos meses al articulista pidiendo una coalición del PP con el demonizadísimo PSOE. Sólo por esa demostración práctica de la flexibilidad de unos principios inflexibles valen la pena los resultados de estas elecciones".
También hace, por lo visto, extrañísimos modos de lectura. Mi simpatía (relativa) por Susana Díaz es evidente y algún lector y comentarista más atento me la ha afeado en el periódico. He sido mucho más duro con Mariano Rajoy con Moreno Villa desde el principio. Lo mismo, pero peor, sucede con su comentario anterior.
Respecto a su (relativa) simpatía por Susana Díaz, todo es discutible; yo me limitaré a decir que cuando alguien se sitúa en el punto más extremo de la derecha (o de la izquierda), todo lo que quede hacia el otro lado le parecerá pura izquierda (o derecha). Sobre la que mutuamente deban tenerse PP (centro, según usted) y PSOE, déjeme recordarle unas palabras suyas de 2012, según las cuales "esa izquierda se ha acabado", lo que luego aclaraba añadiendo que "la tesis que yo defiendo no es que no quede gente muy residual (con todos los respetos) que siga erre que erre, sino que electoralmente irá descendiendo y descendiendo hasta fundirse en un fraternal abrazo a izquierda unida. Izquierda Fundida, podría titularse el artículo que entonces escriba. Saldrá una izquierda mejor, entonces". Dejando aparte la capacidad de predicción que demuestra, es una muestra de "simpatía" sumamente peculiar, ¿no cree?
Bueno, desde luego IU acaba de fundirse. Y a ver a quién se funde el PSOE en Madrid y en Barcelona y Castilla-La Mancha y en Extremadura. Que Susana se resiste la honra, aunque ya veremos...
En mi caso, cuando trabajaba en una oficina con 20 personas más, nadie me pedía perdón. Menos por las palabrotas citadas, que solían oírse más de mi boca que de la de otros.
ResponderEliminarPero cuando alguien soltaba una blasfemia, sobre todo acompañada ("me cago en la..." u "... puta" más de uno se ponía a cubierto, porque solía atronar mi voz (aunque hubiese visitas o conversaciones telefónicas importantes en curso) mientras me ponía a una cuarta del blasfemo, contestando "y yo en tus muertos todos" o "puta tu hermana, cabronazo"...
No, no es para sacar pecho. Pero sabían qué es lo que provocaba y porqué. Y en parte aquello iba a menos.
Comentario al periódico, por si se pierde en el camino (como acostumbra):
ResponderEliminar"La política, ya lo dijo Churchill, hace extraños compañeros de cama. Quién hubiera visto hace no más que unos meses al articulista pidiendo una coalición del PP con el demonizadísimo PSOE. Sólo por esa demostración práctica de la flexibilidad de unos principios inflexibles valen la pena los resultados de estas elecciones".
También hace, por lo visto, extrañísimos modos de lectura. Mi simpatía (relativa) por Susana Díaz es evidente y algún lector y comentarista más atento me la ha afeado en el periódico. He sido mucho más duro con Mariano Rajoy con Moreno Villa desde el principio. Lo mismo, pero peor, sucede con su comentario anterior.
ResponderEliminarY mil gracias, Gonzalo. Tu potencia es un ejemplo siempre.
ResponderEliminarRespecto a su (relativa) simpatía por Susana Díaz, todo es discutible; yo me limitaré a decir que cuando alguien se sitúa en el punto más extremo de la derecha (o de la izquierda), todo lo que quede hacia el otro lado le parecerá pura izquierda (o derecha). Sobre la que mutuamente deban tenerse PP (centro, según usted) y PSOE, déjeme recordarle unas palabras suyas de 2012, según las cuales "esa izquierda se ha acabado", lo que luego aclaraba añadiendo que "la tesis que yo defiendo no es que no quede gente muy residual (con todos los respetos) que siga erre que erre, sino que electoralmente irá descendiendo y descendiendo hasta fundirse en un fraternal abrazo a izquierda unida. Izquierda Fundida, podría titularse el artículo que entonces escriba. Saldrá una izquierda mejor, entonces". Dejando aparte la capacidad de predicción que demuestra, es una muestra de "simpatía" sumamente peculiar, ¿no cree?
ResponderEliminarBueno, desde luego IU acaba de fundirse. Y a ver a quién se funde el PSOE en Madrid y en Barcelona y Castilla-La Mancha y en Extremadura. Que Susana se resiste la honra, aunque ya veremos...
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