Todo esto exige la existencia de unos pocos lectores interesados, a los que el prestigio de un sello editorial no les obnubile y que estén dispuestos a franquear ellos el paso a la buena literatura. Si el otro día me di el lujo de resucitar a los güelfos blancos, con un enorme éxito, todo hay que decirlo, hoy propondría, pues la lectura a pelo es una actividad de riesgo, la creación de un gremio de lectores, en el que podíamos crear hasta grados de aprendices, oficiales y maestros; y en la que uno pusiera sobre el tapete su prestigio al llamar la atención sobre un libro u otro.
Yo, en mi condición de fundador del Gremio de Lectores, y aprovechando mi autoconcedida condición de oficial, me atrevo a proponer como lectura los aforismos de Marzioni. (Ya me diréis si me pasáis a aprendiz o qué.)
Yo creo necesario dar también noticia de las cosas interesantes que aparezcan en internet; y no sólo porque, sobre todo entre los más jóvenes, sea una opción cada vez más socorrida, sino porque me parece que en estos tristes tiempos quienes empiezan lo tienen más difícil, para acceder a las editoriales digamos convencionales, de lo que nosotros lo tuvimos en su día. Y, en este caso, lo que se nos propone me parece de auténtico interés: un descubrimiento. Enhorabuena a EGM por su buen ojo, y a Marzioni, si me lee, por su trabajo, y por la suerte de dar con un tan buen lector.
ResponderEliminarPues, si me admites, me apunto como aprendiz novata.
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